#153 El acoso digital

Imagen: Periódico El Nuevo Liberal

La gestión de personal requiere preparación, acompañamiento, sensibilización y empatía. Cuando las personas se enfrentan a entornos de trabajo donde abundan las herramientas de comunicación, se pueden presentar situaciones acoso digital que podrían pasar desapercibidas, pero las personas que sufren directamente este comportamiento, permanecen en silencio y sin herramientas para evitarlo. En el presente artículo se discutirán los diferentes contextos donde ocurren situaciones de acoso digital y como evitarlas para crear entornos de trabajo inclusivos, transparentes, que apoyen el desarrollo profesional.

Las características propias de una persona como la raza, género, orientación sexual, neurodiversidad, discapacidad, edad o condición socioeconómica, podrían usarse por parte de uno o varios colegas para ejercer una relación de poder y generar acoso digital.

Un terreno propicio y común para el acoso digital se observa en las redes sociales, aunque los entornos corporativos tradicionales están abriendo sus canales paras medios diferentes al correo electrónico, otras herramientas de mensajería instantánea, almacenamiento de archivos, blogs y la conexión de los empleados a través de comunidades e intereses podría abrir las puertas para trasladar las situaciones de acoso digital desde las redes sociales al entorno corporativo.

El modelo de trabajo híbrido presenta un escenario llamativo para el acoso digital, especialmente cuando las personas están atendiendo conferencias pueden ocurrir micro agresiones como cerrar inesperadamente el micrófono, interrumpir o dar órdenes en una relación de poder. Estos ejemplos pueden pasar inadvertidos pero las señales y los entornos comunicativos en los equipos de trabajo tienen ciertas dinámicas que constituyen comportamientos aceptados, los cuales tienen características constructivas como la escucha activa, el apoyo en sesiones grupales y los reconocimientos; las características destructivas generan opresión y disminuyen la capacidad operativa de las personas, ignorar las intervenciones, generar contradicciones innecesarias o permanecer en silencio frente a preguntas el interlocutor constituyen elementos negativos en el entorno híbrido.

Uno de los aspectos más complejos frente al acoso digital está relacionado con el registro y reporte de incidentes, aunque las empresas tengan políticas definidas frente a las conductas esperadas, indicar que se presentan situaciones de acoso digital constituye un reto porque es necesario adjuntar pruebas, incluir a las personas involucradas y abrir espacios seguros para discutir abiertamente el o los incidentes. Hasta este momento todo puede sonar de acuerdo con los manuales de convivencia, desafortunadamente se requiere un alto nivel de madurez organizacional e imparcialidad gerencial para continuar con una relación laboral transparente luego de un incidente. Es posible que se tomen medidas desde el gerente para evitar al empleado que generó el reporte, implicando repercusiones negativas en el desarrollo de carrera profesional.

Una empleada indicaba que sufría de acoso digital cuando estaba en llamadas uno a uno con un gerente, y su relación se percibía diferente cuando estaban presentes otras personas, este contexto es un ejemplo real donde demostrar un caso de acoso constituye un reto.

Finalmente, un manual de procedimientos y funciones actualizado, permite socializar los cambios y expectativas frente a las conductas digitales del equipo humano en las empresas. Se recomienda generar conciencia frente a los posibles escenarios donde las personas pueden sentirse vulnerados y crear actividades de apoyo para fortalecer las habilidades de liderazgo, conciencia y gestión por parte de los gerentes, permitiendo actividades armónicas que permitan un desarrollo profesional abierto, sin compromisos y con el acompañamiento del gerente de turno.