El poder de los habitos
- cayobetancourt
- Jan 4, 2024
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Las metas no cumplidas y los propósitos que se trasladan al año nuevo hacen parte de los planes que se proponen las personas al iniciar un año. Las metas deben presentar ciertas características, deben ser específicas, medibles, alcanzables, realistas y con duración limitada. Un factor fundamental para cumplir las metas está centrado en las actividades que apoyan su cumplimiento. Por ejemplo, si usted se plantea mejorar las habilidades en un segundo idioma, necesita crear un hábito que le permita mejorar a través de la práctica su destreza en el bilingüismo. En este artículo se presenta el poder de los hábitos y como estos apoyan la probabilidad de alcanzar las metas.
El autor Charles Duhigg publicó un libro llamado el poder de los hábitos en 2012, cuyo objetivo fue presentar la ciencia atrás de la creación de los hábitos y la reformulación de estos. Los hábitos pueden observarse desde dos perspectivas, aquellos que permiten mejorar habilidades y alcanzar metas y por otra parte los hábitos negativos que generan inconvenientes y en el largo plazo pueden destruir oportunidades, relaciones, y carreras.
Cuando el autor de esta columna inició su práctica de Taekwondo en 1986, tenía pocas habilidades para el deporte, baja disciplina y una curiosidad profunda por el arte marcial coreano. Un año después, se incorporó al equipo que practicaba a las seis de la tarde de lunes a viernes. Estas prácticas constituyeron un hábito que se convirtió en disciplina, donde una actividad al finalizar la tarde tenía prioridad sobre las otras; generando destrezas adicionales a través de la práctica, hasta conseguir varios títulos a nivel nacional y una participación internacional. 37 años más tarde, el hábito de practicar Taekwondo a las seis de la tarde continúa como hábito y la disciplina asociada a este.
Las personas deben abordar con el mismo empeño la construcción de hábitos positivos y la destrucción de hábitos negativos. Es importante realizar un balance de las necesidades frente a la situación actual, donde el impacto de los hábitos personales requiere una evaluación para determinar el plan de acción que permita alcanzar las metas propuestas. Se recomienda crear una bitácora que presente la propuesta de actividades en el plazo de una semana y su consecuente resultado por día. Por ejemplo, si usted se propone caminar treinta minutos por día, busque una hora fija para hacerlo, su cuerpo y mente se habituarán a un horario pre-establecido evitando actividades en horarios aleatorios que hacen difícil coordinar su agenda.
Un hábito negativo es aquel que genera inconvenientes temporales o a largo plazo. Si usted se levanta cansado porque está revisando su teléfono móvil o conectado a la red para ver series tarde en la noche, podría trabajar en una hora fija para apagar sus dispositivos y crear un hábito que le permita dormir siete horas continuas, esto implica evitar distractores como notificaciones en su móvil. Otros hábitos son complejos, por ejemplo el abuso de alcohol, sustancias psicoactivas o inclusive desórdenes alimenticios requieren un esfuerzo mayor para disminuirlos y eliminarlos en el largo plazo. Herramientas como la meditación, el apoyo de profesionales en psicología, medicina u otra ciencia permiten crear un apoyo holístico para crear hábitos positivos que paulatinamente desplacen los hábitos negativos de su vida.
Finalmente, los hábitos deben generar disciplina y apoyar las metas realistas. Cuando la eliminación de hábitos negativos se observa como un obstáculo general, se sugiere buscar ayuda profesional certificada, dando prioridad a los micro-logros, donde metas pequeñas y a corto plazo constituyen logros tempranos que incentivan la continuidad de las actividades.
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